JUGANDO CON LA YEIMI
Me mira con sus ojos pizpiretos
que brillan invitándome a jugar
olvido mis intentos de sonetos
y salgo con la Yeimi a disfrutar
Ya corre, se revuelca y se menea
ya salta y va girando en remolino
con avidéz perruna lenguetea
y en agua aplaca su furor canino
Por fín nos dice adiós el sol ingrato
las sombras caen y se apaga el fuego...
De pronto alerta con un ¡fuera gato!
ladra y gruñe feroz siguiendo el juego
(pues sabe que es mentira desde luego)
y asi seguimos por un largo rato...
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Si bien había leido en el foro tu poema, ahora descubri tu blog y tengo el gran gusto de poder dejar mis felicitaciones en tu casa, te vistiré seguido
ResponderEliminarUn abrazo Ricardo
La poesía no tiene límites. Donde quiera hay una razón para escribir hermososversos. gracias. Volveré.
ResponderEliminarGracias por venir a mi casa y dejar una huella. Un abrazo.
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