..... La balada de la vuelta del juglar .....
Dolor: ¡que callado vienes!
¿serás el mismo que un día
se fue y me dejo en rehenes
un joyel de poesía?
¡porque la queja retienes?
¿por qué tu melancolía
no trae ornadas las sienes
de rosas de Alejandría?
¿qué te pasa? ¿ya no tienes
romances de yogleria,
trovas de amor y desdenes,
cuentos de milagreria?
Dolor tan callado vienes
Que ya no te conocía...
Y él, nada dijo. Callado,
Con el jubón empolvado
Y con gesto fosco y duro,
Vino a sentarse a mi lado,
En el rincón más oscuro,
Frente al fogón apagado.
Y tras lento meditar,
Como en éxtasis de olvido,
En aquel mudo penar
Nos pusimos a llorar
Con un llanto sin ruido...
Afuera, sonaba el mar...
..... Humorismo triste .....
¿Que si me duele? Un poco; te confieso
que me heriste a traición; mas por fortuna
tras el rapto de ira vino una
dulce resignación... Pasó el acceso.
¿Sufrir? ¿Llorar? ¿Morir? ¿Quién piensa en eso?
El amor es un huésped que importuna;
mírame cómo estoy; ya sin ninguna
tristeza que decirte. Dame un beso.
Así; muy bien; perdóname, fui un loco;
tú me curaste -gracias-, y ya puedo
saber lo que imagino y lo que toco:
En la herida que hiciste pon el dedo;
¿que si me duele? Si; me duele un poco,
mas no mata el dolor... No tengas miedo...
..... Metamorfosis .....
Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonía.
Y sucedió que un día,
aquella mano suave,
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso, que volaba tras la mano,
rompiendo el aire se volvió suspiro.
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